La moneda no es sinónimo de dinero, sino su involución

Ponencia por II Foro de Transformación Social y Cultural: Tácticas, Estrategias y Métodos sabado 31 de mayo 2014

Salón Heberto Castillo de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal
Esquina Allende y Donceles
Centro Histórico de la Ciudad de México

 II-Foro-Transformacion-COALT

 La moneda no es sinónimo de dinero, sino su involución

¿Estamos en crisis? Si, una crisis mundial, verdad. ¿Pero en crisis exactamente de qué? Porque las tiendas están llenas de productos, muchas comidas se echa a perder y millones de personas que quieren trabajar… están desempleadas. ¿Crisis del capitalismo? No, este lo empezaron a decir en Chiapas… sino al contrario, cada día está mejor. ¡Logra pagar menos y comprar más!

La crisis o sea la falta de algo, como escribieron tres economistas en el libro “Hay alternativas” es de crédito ósea de dinero para el pueblo. Esta crisis empezó en 2008 cuando los bancos americanos dejaron de darse crédito entre ellos y enseguida dejaron de darlo también a empresarios y consumidores, y así matemáticamente años más años todas las personas del mundo acostumbrada/dependiente de crédito, han entrado en crisis monetaria por no tener la forma de pagar: los productos y servicios de otros, los impuestos a los estados, los préstamos a los bancos y sobretodo las cosas que ya habían comprado cayendo en la trampa de la compra a plazos.

Cual modelo económico y la propiedad pública o menos, de los medios de producción, se vuelven de secundaria importancia, frente a la urgente falta de crédito. Recuperar la propiedad del medio de cambio y de pago, crear nuevas formas de depósito y unidades de valores puede ser el camino por el extremamente rico México. De nada ha servido ser dueños de las cosas, si luego para venderlas necesita rentar los medios de cambio (las monedas nacionales) actualmente una mercancía en monopolio absoluto de los bancos. ¡Esta crisis es una estafa de dimensiones enormes!

Aclarar bien que el dinero y las monedas no son sinónimos es la base obligatoria, dinero es una categoría, mientras las monedas son un objeto de esta categoría, como fruta y manzana no son sinónimo, sino que la manzana es parte de la categoría fruta.

-Dinero es entonces cualquier unidad de valor, forma de depósito, medios de cambio y de pago, aceptado por el mercado o por un grupo de personas, en un determinado periodo histórico.

-La moneda es el actual único medio aceptado como dinero, de propiedad privada de los bancos centrales e impuesto por ley de parte de los estados-naciones a todos sus ciudadanos/súbditos. Recuerden, que las monedas son parte de la categoría dinero hasta que sean aceptadas por el mercado, mucho cuidado, porque las monedas nacionales devaluadas o fuera de curso legal, ya no son dinero porque nadie las aceptas.

No estoy en contra del dinero, al contrario, sino de las monedas nacionales privadas, porque se perfectamente que por hacer el trueque necesito saber los valores de los productos o servicios, pero cuando no se logra, hemos decididos ayudarnos con un medio de cambio. ¡Que la moneda sea actualmente el único dinero, no significa que sea sinónimo!

¿Cómo entonces surge la moneda?

Para intentar explicar este engaño utilizo el artículo “Medios de cambio en el Perú prehispánico” de Mario Ginocchio publicado en la Revista Numisma de Madrid en el 1970, en el cual reporta el libro de economía: “La Moneda” de Bruno Moll, donde señala que el “desarrollo teórico de la moneda” desde la antigüedad hasta nuestros tiempos, ha pasado por seis etapas:

1. El trueque natural, trueque en cadena (trueque que se efectúa por numerosos miembros).

2. El trueque de bienes determinados y estimados: reses, víveres y alhajas. (Objetos preferenciales)

3. El pago que se efectúa pesando metales preciosos.

4. La moneda metálica acuñada.

5. La moneda que vale más que su contenido metálico: la moneda fraccionaria y la de vellón.

6. La moneda de papel.

Continua: “El límite entre la moneda en su sentido más amplio (1-2-3), que en realidad corresponde a medios para trocar, y el segundo grupo (4-5-6), o sea la moneda en su sentido más estricto o restringido, marca la diferencia entre la economía natural, en la que el medio de cambio puede ser usado para el consumo -única economía que se conocía en el Perú prehispánico-y la moneda acuñada o de papel –economía monetaria-, la cual sólo sirve como medio de pago.”

Esta mentira que la moneda es la evolución del trueque sigue siendo la definición que encontramos en las escuelas obligatorias y en las universidades (ahora habrán añadido la 7 etapa: La moneda electrónica). Mentira que nos hacen caer en la trampa del sinónimo: moneda = dinero.

Mismo libro que sigue enfocando “las desventajas del trueque por la dificultad de encontrar dos personas de acuerdo: la primera, que necesite lo que la otra tiene, y a su vez sea po seedora de lo que la segunda persona necesite (dificultad de coincidencia), así como el inconveniente de la equivalencia de valor entre los productos trocados.”

Son propio estas eventuales complejidades del trueque directo y en cadena, que quiero concentrar más la atención en la poco conocida etapa 2, que el mismo Moll define también como Objetos preferenciales. La aparición de objetos sobre los que la mayoría tiene “preferencia”, o sea que siempre están dispuesto a recibirlos a cambio de sus productos, marca una segunda etapa en el trueque, simplificándolo pues, quien tiene este “objeto preferencial”, puede con un solo trueque conseguir lo que necesita, evitando la doble coincidencia, que origina el trueque en cadena. Además, sirviendo de “común medida de valor”, suprime la dificultad de acordar valor a cada mercancía con relación a muchas otras. En el Perú prehispánico podemos mencionar, como objetos preferenciales: armas -en especial las hachas de bronce-, las conchas, los objetos de oro y platajoyas, adornos y discos o láminas de metal– además de los productos agrícolas: maíz, coca, ají, algodón, la sal, etc. Estos bienes, además de servir como (medios de pago) desarrollándose una escala de valores y precios, presentan por lo general una satisfacción real (maíz, coca, sal) o suelen servir como adornos (alhajas, conchas). En general, los artículos base están de acuerdo al modo de vida de cada grupo humano. Los cazadores usaron posiblemente la carne y las pieles; los pastores usaron la llama, su lana y aun la carne conservada (charqui). Los pescadores, el pescado, seco o salado. Los agricultores, los productos de la tierra de mayor aceptación: maíz, papa (chuño), algodón, etc., y en especial los productos estimulantes: coca, ají. Los alfareros, sus cerámicas, y los tejedores, telas y ropa. La sal también constituyó un buen producto de canje.

¡Han entendido cuantas otras formas de dinero existen y no solamente la moneda!

Si los metales eran parte de estos objetos preferenciales que estamos siempre dispuestos a recibir, la presunta etapa 3 y sucesivas es el inicio del engaño de su “evolución” y monopolio. Más que una evolución se podría decir que la moneda es la involución del dinero, porque no son usada para el consumo, con ella no puede hacer absolutamente nada, no es el ingrediente de ningún producto, no se come, no calienta, no te viste… su único utilizo es darla a otro sin haberla utilizada, por eso dinero puede ser cualquier cosas que entra y sale, que hemos decididos tenga una de las cuatro funciones del dinero, en un determinado grupo de personas y periodo histórico.

No sirven súper experto, estudiar años y años de investigación, un milagro… para salir de esta crisis/estafa, sirve “solamente” ponernos de acuerdos sobre cuáles serán los nuevos objetos preferenciales ósea los nuevos dineros, para hacer el trueque y recuperar las autonomías culturales, espirituales, medica, energética, alimentaria, educativa, económicas para lograr un día dejar completamente de utilizar las privadas y usurera monedas nacionales de los bancos Sociedades Anónimas! No es para nada fácil pero hay que iniciar y sabemos que los pueblos que viven en el territorio mexicano hace muy poco las tenían todas, recupéramelas.

Volviendo al libro “La moneda” analizamos a “las presuntas ventajas que ofrecen el utilizo de los metales: utilidad, valor propio y estable, facilidad de transporte y de reconocimiento, homogeneidad y divisibilidad.” La utilidad ha siempre sido el valor de todos los objetos con la función de dinero, no solamente de la moneda. Si se distingue de los demás productos de tener un valor propio y estable, es por tener una institución que por ley espiritual o material lo impone, sino una enorme descubierta de oro haría caer su precio, ¿o me equivoco? La facilidad de transporte es solamente reciente porqué antes en las comunidades no circulaba la moneda existía el crédito, solo se utilizaba afuera y podía también ser una pequeña obra de arte, piedras preciosas y más cosas que cada quien podia hacer y encontrar. Podrá ser fácil ahora reconocer los diferentes valores para el numero impreso, pero reconocer la pureza del metal y cuanto oro o plata haya en una moneda, para mí es completamente imposible. Sobre la unicidad de homogeneidad y divisibilidad de los metales hago notar que esta fue la razón de utilizar la semilla de cacao, porque del mismo tamaño y peso. Son sin ninguna duda los dueños y los comerciantes que han ganado más del utilizo de las monedas que vale más de su contenido metálico, para con el simple hecho de acuñarlas y de transportar las mercancías de una lado a otro crecían increíblemente de valor, con muy poco trabajo real, sino exclusivamente el riesgo de ser asaltados! Dueños y comerciantes mismos que para reducir este grave y muy justificado riesgo por la altísima comisión de intermediario, inventaron a los bancos, trayendo y promoviendo a lo máximo que se pueda el utilizo (dependencia) de las monedas como único dinero aceptado por el mercado… contagiando así todo el mundo con su veneno/oro, el monopolio monetario del sistema bancario, surero y privado.

¿Cómo la moneda ha creado este increíble y absoluto monopolio de los medios de cambio en todas las culturas?

Intento contestar a esta muy seria pregunta siguiendo hablando de los comerciantes, porque el lengua autóctona nahual se definen como Pochtecas, que es el título del libro en donde encontré las probables respuestas: “Los Pochtecas, el comercio en América Latina desde los Aztecas hasta la independencia” del mexicano Julio Pomar Jiménez en 1967 y 1996.

El autor nos describe las 4 reformas del inca Pachacutec en Perú del 1400 que “consistieron básicamente en el control por el Estado de la producción y la distribución de los bienes necesario a la vida, la oferta fue regulada y canalizada, y la demanda limitada, quedando así convertido el juego libre de ambas”. Veámosla en detalles:

Política de la población, consistió en regular severamente los movimientos de población. Nadie podría desplazarse de su localidad sino con la autorización expresa del inca y por otra parte a una decisión de éste, comunidades enteras podrían ser movilizadas a otros lugares. El inca manipulaba a los pueblos a su antojo para unificar el imperio.

Estadísticas, todo era contado, desde las bestias salvajes capturadas en las cacerías, hasta las piedras de honda depositadas en los almacenes públicos. El dispositivo usado para las estadísticas era una serie de cordeles anudados a un extremo, sobre los que, de un modo especial se iban haciendo nudos, y éstos significaban cifras, los quipus. (Una escritura explicada en el manuscrito del 1618 “Exsul Immeritus Blas Valera Populo Suo”, no acreditado por la academia por dar también la muy cobarde versión de como Pizarro envenenó con arsénico el vino que ofreció a los soldados de Atahualpa en la presunta batalla de Cajamarca del 1532, volveremos en otro momento a este asunto).

Almacenes públicos, que el incanato mandó establecer por todos los rumbos del imperio, como instrumento regulador por excelencia de la oferta. Había 3 tipos distintos de estos almacenes con productos destinados: al Sol, al inca, a la población, pero la única regla era la voluntad del monarca. Según el cronista Ondegardo en los almacenes había a veces víveres hasta para diez años. Además de los vestidos, había maíz, quinua, chuño, charqui, legumbres secas, pescados, cuerdas, cabuya, lana, algodón, sandalias, armas (hachas) y hasta conchas.

El inca suministraba a los habitantes de la costa productos de la sierra, y la inversa, y esto productos cobraban un gran valor por este solo hecho.

Distribución de reservas y el consumo, donaciones y estímulos que el inca otorgaba a la población, a las comunidades o los individuos, bien para cubrir carencias y hambres, bien porque premiase la distinción en el trabajo, bien porque recompensase servicios prestados o bien por motivos políticos; y al parecer no eran nada ocasionales o fortuitos sino frecuentes y en cierto modo sistemático, según lo mencionan los cronistas (espionaje, corrupción). Incluso, la principal fuente de la propiedad individual, porque era el propio inca, quien otorgaba a sus nobles la posesión de enseres, animales, mujeres o tierra en pago de servicios.

Beachamp en el mismo libro resume así: “La verdad es que el número y la importancia de las transacciones disminuía a medida que el sistema estatista se implantaba más profundamente en el País. Los habitantes perdían poco a poco el espíritu de iniciativa, tan necesario en este dominio, y el comercio entraba en decadencia.”

Obteniendo así el monopolio absoluto de todos los movimientos de las mercancías y de las personas, crearon la base necesaria que con la llegada de los españoles (cristianos y judíos) pudieron imponer su diabólica orden de aceptar como dinero solamente el que ellos imprimen, ósea su moneda de metal.

Es el mismo Julio Pomar Jiménez a crear la duda escribiendo: “estas reformas con el objetivo de equilibrar oferta con demanda son las prácticas que otros pueblos de la antigüedad siguieron en el Viejo Continente (descontada desde luego, toda posible relación de aquellos con los incas)”. Laurette Séjourné en su libro “Pensamiento y religión en el México antiguo” de 1957 capítulo “El Imperio Azteca, La conquista de México” así escribe: “Hoy nos parece inconcebible que Europa haya podido ignorar hasta el siglo XVI la existencia de una civilización como la que reinaba entonces en México desde hacía más de mil quinientos años. No menos inconcebible es la indiferencia de que dieron prueba los conquistadores hacía el universo que les fue dado sorprender. … Cortés… no dudará jamás de que se encuentra en presencia de un pueblo bárbaro cuyo único interés reside en su fabulosa riqueza. En ninguna parte de sus escritos manifiesta la menor inquietud por comprender una realidad que condena irremisiblemente aun antes de acercarse a ella. Así, apenas nos permite percibirla, cuando ya la ha convertido en ruinas.”

Entre otras pruebas, el constante y oprimente mensaje académico de hacernos creer que los Inca y Azteca son imperios con una muy larga historia, cuando los dos han sido creados solamente en el 1300 haciendo propias las tradiciones y culturas de los antiguos pueblos que los precedieron. Toma así más y más fuerza el enorme sospecho que estos dos imperios, los únicos en América, (porque maya es una cultura, un estilo artístico, un área geográfica… pero nunca fue un imperio) hayan sido creados por extranjeros, asiáticos, africanos o europeos pero no americanos.

Regresando a las reformas de los incas, sería más oportuno definirlas como enormes y violentas restricciones a la soberanía y libertad de la persona y consecuentemente de la comunidad de la cual son el elemento fundamental.

Si a estas restricciones le añadimos: la obligación de pagar los tributos y los impuestos exclusivamente con su moneda y la creación de los puertos únicos de Veracruz y Lima para la comercializan importaciones/exportaciones con Europa y Asia, podemos empezar a entender la expansión e importancia del poder monetario como único medio de intercambio ósea de dinero, hasta el absoluto del monopolio de hoy, donde moneda y dinero se han vuelto sinónimos.

Conclusión creativa

Entender entonces la enorme estafa del monopolio de las monedas nos abre la puerta de la creatividad. Podemos salir de esta absurda crisis creando más y más objetos preferenciales nuestro nuevo dinero, recuperar algunos los viejos ósea los mejores objetos preferenciales del pasado.

La globalización y la gran reducción de autonomía de individuos, familias, comunidades, pueblos, regiones, Estados, Naciones, no es una coincidencia, sino la estrategia de los banqueros para que todos seamos obligados a comprar su medio de cambio. Las grande multinacionales de propiedad de los banqueros no son interesadas en hacerse más y más rica, sino en reducir el medio de cambio en circulación y obligarnos así a vender nuestra tierra y a trabajar de forma asalariada destruyendo aún más nuestras autonomías del buen vivir sin la moneda y con mucho dinero.

Como dijo muy bien Ivan Illich, el progreso no es una evolución, sino un cambio: pasar de saber hacer algo a la posibilidad de poder comprarlo. Obviamente con monedas nacionales que antes tienes que “comprar” con tu tiempo, productos, sabiduría, tierra… estamos en una terrible guerra contra la subsistencia del ser humano. La misma súper evolucionada tecnología, no nos has hecho más libre (con pocas excepciones), sino más y más dependientes de las maquinas que de casualidad funcionan solamente con productos que no sabemos hacer y entonces necesitamos la mercancía de los bancos, las moneda nacional para comprarlos.

La caída de vida social de los últimos años es un ejemplo, jóvenes que no hablan sino chatean en el tablet, que no saben hacer casi nada con sus manos y mentes, totalmente analfabetos ambientales (no saben leer la naturaleza que los rodean, ni su propiedades técnicas, ni terapéuticas…) que pero se sienten súper inteligentes con su pedazo de papel universitarios.

Si he decidido tener un hijo con una mexicana de origen de Guerrero experta del sector textil es porque doy más confianza a las culturas originarias mexicanas que al primer mundo italiano. Primero si, en depender en todo de la mercancía moneda nacionales.

Ch’ulel

Marco Turra Faoro turrismo@gmail.com

Yautepec, Morelos, México, 30 de mayo 2014